En plena época de exámenes, en la cual una parte importante del estudiantado se juega la beca que le permite seguir estudiando, no tenemos el suficiente acceso en nuestra Universidad a un lugar tranquilo en el que poder estudiar y a preparar los exámenes.
Muchos trabajamos para poder pagar nuestras matriculas (cada vez más altas) haciendo malabares con unos horarios imposibles en los que nos falta siempre el tiempo. Algunas también tenemos que venir a estudiar desde hogares muy alejados de nuestros centros de estudio, ya que nos es imposible sufragar la estancia en Madrid con todo lo que ello conlleva para una familia en estos tiempos. Y, aún así, el grupo de estudiantes que tiene la suerte de vivir cerca y no verse obligado a trabajar, ha de sufrir los absurdos horarios que el plan Bolonia impone.
Por ello, cuando al fin encontramos un rato para poder sentarnos, abrir los apuntes y ponernos a memorizar conocimientos sin parar, nos encontramos con que las bibliotecas de nuestra universidad cierran demasiado pronto y no amplían su horario en épocas de exámenes más que de manera testimonial. Además, las alternativas municipales que sí los amplían son cada vez menos y como consecuencia están siempre repletas.
Como no entendemos que una universidad con los 516,1 millones de presupuesto (2013) que maneja la UCM no pueda permitirse tener al menos una biblioteca abierta 24H en los periodos de exámenes, hemos decidido exigir dicha medida. Dedicar a una persona a las tareas de vigilancia de dicho espacio no supondría más que un traslado, sin coste alguno para la Universidad y con muy grandes beneficios para las más de 80.000 personas que formamos el estudiantado; que a fin de cuentas es la base de la Universidad Complutense de Madrid.
